XVIII ¿QUÉ SÉ YO?

¿QUÉ SÉ YO?

¿Quieres saber quién soy?

Ni siquiera yo lo sé.

A veces pienso

que nací para gobernar al silencio,

otras que la nada

me echaría a patadas

si irrumpiera en su morada.

No soy silencio.

No soy nada.

¿Quieres saber quién soy?

Los ojos no mienten,

dicen que son el espejo del alma.

¿Qué ves en ellos? ¡Dime!

Que una vez amé.

Que perdí demasiado.

Que callé de más

y hablé de menos.

Que lloré de más

y reí de menos.

Que luché hasta que sangraron

mis manos y un poco más.

Que no escuché promesas ni consejos

porque nunca creí en ellos.

Que mi pasado es un lugar

que visito con demasiada frecuencia;

donde callé de más

y hablé de menos,

donde lloré de más

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y reí de menos.

Que detesto las despedidas

y que siempre espero que en ellas

tú des la última palabra

y el primer paso a mi lengua.

Que leo demasiadas novelas

donde todo pasa como quiero

y no como es en la vida real.

Que es eso lo que afecta a mi percepción

del mundo.

Que, para mí, quiero implica puedo

y vence a todos los «tal vez» y los miedos.

Esa pregunta retórica nunca existió

más allá de mi sesera.

Se quedó alojada en el cerebro,

alimentando los miedos

y sujetando mi lengua.

En cada luna ahuyentaba el sueño

con la misma pregunta,

y en cada luna la respondía de manera distinta:

¿Quieres saber quién soy?

¿Qué sé yo?

Alicia Adam