Ay Angie, no llores, todos tus besos aún saben dulces. Odio esa tristeza en tus ojos Pero Angie, Angie, ¿no es hora de que nos despidamos?
El ruido del camión cruza la noche insomne y quisiera estar contigo y no lo estoy. Recibir una llamada (es cierto, inmerecida) o algo quizás más agradable que este terrible silencio.
Sin derecho te pido (al final soy un hombre) que comprendas que es cierto todo cuando te escribo. Te quiero desde antes de nacer y por perdida doy la esperanza que tú en mí tan solo pienses
No merezco estar contigo por todas las palabras que he pensado sin decírtelas. No imaginas cómo pueden herir al corazón la perdidas palabras
Yo del olvido salgo y no me quiero hundir en el infierno de dudar si tú me amas mientras descansa en tu nocturno cenit.
Traducción (versión) propia (Publicado en catalán en Serenata metropolitana) 14 de febrero ss9
Lenta es la vida que el tiempo remansa entre las ruinas que el cuerpo conquista nube de tacto intacto qué despista días de luto de todos los los calza larga es la noche qué el viento te amansa entre las fibras del sexo que enquista casi la brisa del verbo que avista toda la sombra que la luz descansa corre veloz del telón entarquina sangre sudor calidad y fontana larga fonética forja el desaliento lame el naufragio que fluye entre espina con la lengua de huecos y solana para que sientas cuánto....
Coordinación y edición: fibproducciones
Dirección: Fernando Ismael Barrientos
Descripción
Una sucesión de ausencias, y de epifanías, centran este poemario en el que se desgranan, a partir de las luces y espacios compartidos, las voces y los ecos, la cabra y la intemperie, algunas ráfagas de temblor, de relámpago, de pálpito de lo sencillo en el regalo diario de la vida, la amistad y la esperanza. Proteger el amor pese al dolor, y las formas secretas de la felicidad, con la cabra simbólica que brinca entre los abrazos que anhelamos dar, y los abrazos que anhelamos recibir. Siempre con la vista puesta, en el salto, en un mundo que, para bien, mejore el que aún vivimos.
Acerca de la autora
Rebeca Aracil Illán nació en Elda, (Alicante), el 26 de octubre de 1973. Aunque de origen familiar de Alicante capital, desde los 6 años vive en Monóvar (Alicante).
Sus estudios fueron de Educadora Infantil, con cursos de aportación de psicología infantil, y todo lo relacionado con ese ámbito. Trabajó en diversas Escuelas Infantiles de Alicante, y después fue directora en la Escuela Infantil “Garabatos", en Monóvar.
Y desde muy pequeña su vida ha estado ligada a la poesía y a la escritura.
Una Minusvalía física temprana, la llevó a la jubilación por enfermedad.
Y aunque tuvo que aparcar la docencia infantil se hizo voluntaria en la Cruz Roja, de Monóvar, como referente de relaciones públicas, etc. Allí impartió cursos y clases de escritura, lectura, y apoyo para grupos de personas desfavorecidas.
Después prosiguió con sus poemas y relatos cortos en la página “Rinconcito para Compartir”, en Facebook, todavía vigente en la actualidad.
Colabora en revistas digitales, con poesías y relatos, tales como Submarino de Hojalata y Monociclo. Y con aportaciones en Socio Escritores y otros medios, de forma puntual.
Soy Un alma sin rostro mi corazón! Un tanto roto. Soy Palabras no pronunciadas que mis letras delata. Soy Aroma de suave fragancia y...