domingo, 24 de abril de 2022

Flavio miguel Alejandro Marquez Escritor y Poeta

 

LUZ OSCURA

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Flavio Marquez Escritor y poeta 

LUZ OSCURA 

Al caminar las calles de mi pueblo, imagino la infancia de nuestros padres y los abuelos. Y coloma de sentimientos y nostalgias poder ver a sus ranchos que permanecen de pie, como desafiando el tiempo. O a sus terrenos cubiertos de escombros con malezas porque fueron partiendo poco a poco, junto a ellos. Con esta canción, con estas melodías y el silencio... queremos homenajear a estos viejos caseríos y a nuestros abuelos, qué nos guardan tantos recuerdos, que nos enseñan de dónde venimos y son pruebas de la edad que tenemos. Con "Luz Oscura" nos abrazaremos al rancho de Doña Cándida a la ranchada de Rosendo Moreno, al rancho de la familia Gauna, al rancho de Don Beto Luna, a la ranchada de Doña Misia Solís... y a tantos otros como el tuyo... 
Les juro, que cierro los ojos y las veo...  veo a las abuelas con una escoba carquejas barriendo el patio, bendiciendo con sus manos, con las lágrimas de la última lluvia enojada. Cierro los ojos y las veo regando sus campanitas y los malvones florecidos de rojo, corazón dulzura. 
Las veo, maquillando las paredes del rancho lacerado, con Adobe de ternura amasado bien tempranito. Al pasar por lugares donde el rancho ya no está, queda impregnado en el árbol frondoso del patio, la fragancia del humo vago de ese tizón haragán que teñía los cabellos dejándolas cada día más bellas, más sabias, sin que se les noten los años. Les juro que cierro los ojos y las veo escuchando LT15 debajo de las manzanitas guachas, contemplando la llegada de un hijo, la llegada de un nieto... para amarlo con una torta frita, que guarda calentita en el fogón de chapas. 
En cada uno de estos hogares hay muchas historias que merecen ser contadas...



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Aún queda en el rincón perdido de ese 
rancho alegre, con piso color cielo mojado, 
el recuerdo cubierto de acero, 
del fogón encendido que abrazò el horcòn
en una noche que pudo hacer la última.

El perfume del aire sucio, endiablado, 
susurraba en la inocencia del niño 
y su abuela...

El horcon fue cómplice del descuido 
y sus cenizas traicionaron a la vieja pava 
que silbaba bajito entre sol y luna.

La hoguera en llamas hambrientas, 
no era un sueño y el pequeño candil 
disminuido, con fiaca, 
anunciaba una noche larga, 
llena de incertidumbre.

Flavio  Miguel Alejandro Marquez 
Escritor y Poeta 
Federal - Provincia de Entre Rios - Republica Argentina















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